ALMA4

Iniciamos este camino a mediados de los 90 en el Liceo Agrícola y Enológico Domingo Faustino Sarmiento de Mendoza. Allí nos hicimos amigos y, como parte de nuestra formación, conocimos la técnica de elaboración de espumantes. Inmediatamente quisimos elaborar nuestros espumantes por el método tradicional, pero con una nueva identidad, distinto a lo que se hacía hasta ese momento en Argentina. Comenzamos a experimentar con variedades no tradicionales -blancas e incluso tintas- o con vinos bases fermentados en barricas.

En 1998 realizamos nuestra primera producción de 300 botellas en total: 200 de un corte de Pinot Noir y Chardonnay, 50 de un Chardonnay donde una parte del vino base había fermentado en barrica y el resto de un espumante tinto elaborado a partir de Bonarda. El resultado fue muy bueno, no solo nos gustó a nosotros, sino que también pudimos sorprender a varios enólogos amigos, algunos de ellos también productores de espumantes, a dueños de vinotecas, referentes gastronómicos, sommeliers y periodistas de distintos lugares del país. El gran aliento que recibimos de todos estos referentes nos llevó a transformar aquella aventura en un proyecto definitivo.

En estas últimas dos décadas, Alma 4 ha logrado una gran madurez y consistencia y, además, se convirtió en el encuentro de personas que disfrutan de lo que hacen, de productores de viñedos antiguos y únicos, y de nosotros cuatro, que desde el principio nos propusimos lograr el mejor espumante que se pueda tomar en cualquier ocasión.